PNL para Scrum Masters, resolviendo impedimentos ‘mentales’
Sep 05, 2023¿Has tenido impedimentos en tu equipo que no están relacionados con la tecnología de la información? ¿Has escuchado a personas de tus equipos decir cosas como: "Soy lento", "No sirvo para Scrum", "No sé comunicarme" o "Soy junior, por lo tanto, no me va muy bien"? Estos son solo algunos de los problemas que no tienen que ver con los procesos ni las herramientas. Si has escuchado estas inquietudes, este artículo te ayudará a ir más allá de lo que hace cualquier otro Scrum Master.
Para empezar, voy a dar una breve definición de la Programación Neurolingüística (PNL) en mis propias palabras: es el estudio de cómo el lenguaje, las palabras y el pensamiento configuran y afectan tanto los esquemas mentales (creencias) como la fisiología del cuerpo, y se basa en este conocimiento para desarrollar técnicas de modificación.
El objetivo de este artículo es enseñarte una técnica rápida para modificar esquemas en las personas de nuestros equipos (y en nosotros mismos) que puedan estar actuando como impedimentos, identificarlos como tales y desear cambiarlos. A continuación, presentaré algunos elementos fundamentales que son necesarios antes de aplicar la técnica y al final, explicaré cómo usarla.
El primer paso es tener una comprensión clara de la idea que se desea cambiar, por ejemplo: "Creo que soy lento". Sobre la idea a intervenir, comenzaremos a indagar sobre las modalidades (o, de manera más común, las características) de esta idea. Esto significa que queremos entender cómo la persona visualiza, oye o siente esta idea en su mente. Todas las experiencias se representan en la mente bajo tres modalidades básicas: Visual, auditiva y kinestésica. A partir de lo que nos cuente la persona, será nuestro trabajo identificar cómo experimenta esta idea en su mente, ya sea a través de imágenes, sonidos o sensaciones físicas, y priorizaremos la modalidad que tenga la mayor influencia o dominancia en su experiencia.
Luego, detallaremos las submodalidades que sean relevantes para la persona, es decir, qué detalles específicos son importantes en cada modalidad. A medida que identificamos la modalidad predominante y sus respectivas submodalidades (también para las otras dos modalidades menos predominantes), debemos determinar si la idea se representa de manera asociada o disociada en la mente de la persona. Esto significa si la persona se ve a sí misma como protagonista o espectadora de la experiencia.
Modalidades y Submodalidades
- Visual: Imagen animada o estática, en color o blanco y negro, luminosidad, nitidez, definición, ángulo de observación.
- Auditiva: Volumen, proximidad o lejanía, inflexiones en el sonido, procedencia del sonido (personas, objetos, naturaleza), velocidad y tempo.
- Kinestésica: Temperatura, textura, presión, peso, densidad.
A continuación, pediremos a la persona que recuerde una experiencia en la que se sintió completamente plena en sus capacidades, para nuestro ejemplo, una situación en la que se sintió en "flow" a un nivel senior. Realizaremos la misma tarea de identificar y priorizar las modalidades y submodalidades de esta experiencia.
Con esta información, comenzará la intervención: alentaremos a la persona a tomar la idea inicial que queremos modificar y a utilizar la lista de submodalidades priorizadas para recrear la experiencia en su mente, empezando desde la submodalidad más influyente. Si, por ejemplo, la submodalidad principal es una imagen muy luminosa (en la modalidad visual), animaremos a la persona a reducir gradualmente la luminosidad hasta que la imagen sea apenas perceptible debido a la falta de luz, repitiendo este proceso para cada submodalidad. En otras palabras, iremos paso a paso despojando a la idea de su poder en la mente de la persona.
Al finalizar la lista de submodalidades, nos centraremos en si la persona vive la experiencia de manera asociada o disociada. Lo más probable es que sea asociada, por lo tanto, invitaremos a la persona a alejarse de la experiencia, a verla como una imagen cada vez más distante en su mente, hasta que la lleve al sol y quede completamente fuera de su mente.
Una vez completada la lista de la idea que se quiere modificar, tomaremos la lista de submodalidades de la segunda experiencia que potencia a la persona. Empezaremos desde la primera submodalidad y animaremos a la persona a aumentarla, como si estuviera subiendo el volumen de su canción favorita. Si la submodalidad principal es auditiva (por ejemplo, el volumen), la invitaremos a aumentar aún más el volumen en su mente; si es kinestésica (por ejemplo, movimiento), la alentaremos a aumentar ese movimiento. Queremos que vivifique cada submodalidad y la exagere. Si la experiencia es disociada, imaginaremos que la persona entra en ella como protagonista y experimenta las submodalidades desde allí.
Para aquellos que lean este artículo (Scrum Masters, Product Owners, agile coaches, etc.), les recomiendo que comiencen practicando esta técnica con sus propias cuestiones personales para experimentar los resultados por sí mismos. Luego, podrán aplicar esta herramienta con sus equipos. Es importante señalar que esta técnica no funcionará igualmente con todas las personas y que no abarca todo el espectro de intervenciones en la conducta humana, pero puede servir como un punto de partida práctico y rápido para ayudar a nuestros equipos a ser más felices y mejorar su productividad.
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